sábado, 11 de diciembre de 2010

¡¡Me aburro!!

 
Me aburro, me aburro enormemente y no puedo más. Tengo el día prácticamente ocupado, por lo menos entre semana así que en teoría no tengo tiempo para aburrirme, pero en lo que empleo el tiempo no es que me divierta sino que simplemente tengo que emplearlo en esas cosas.

Por las mañanas voy a clase y la verdad que bien, lo peor sólo es el despertar, a partir de ahí la mañana se pasa volando. Después de comer evito la siesta con dosis de internet hasta que a las cuatro o cinco de la tarde me pongo con lo que tenga que hacer para el curso, si no tengo nada, me pongo a trastear con el inglés que me tiene amargado ya, tengo rellenas dos suscripciones de becas al extranjero diferentes, sólo tengo que entregarlas y que me llamen para una prueba de idioma bastante básica, a eso no le temo, le temo a que me la den y al momento que ponga el pie en otro país, allí, sólo en otro país. Pero bueno, esto es ya otra historia.

Después de ponerme con el inglés me voy al parque a correr un poco para desoxidarme y ver como mi ciudad se está preparando para un holocausto cani, porque es lo único que se ve en la calle, en fin...

Llego a casa, ducha calentita, sin duda, lo mejor del día, ya el poco tiempo que me queda es para hacer el tonto frente al ordenador, ver al Arguiñano y en breve la cena, antes de dormir, algún libro que me llevo a la cama, por cierto necesito recomendaciones, que ya me terminé el que empecé este día. 

Y así, día tras día, sí, algunos fines de semana me acerco a la sierra, juego al fútbol o como este pasado domingo que fuí a una partida de Laser Space. Supongo que para muchos está más que bien, acostumbrados a la rutina o simplemente soy yo que le pido demasiado a la vida, supongo que para un tío casado, con su hipoteca y amarrado a obligaciones de fuerza mayor puede ser muy buen día, pero a mí, a día de hoy no me vale.

Hoy es viernes y en casa me hallo, la partida de póker se ha suspendido y aquí estoy yo escuchando podcasts de Milenio 3 mientrás me tomo un té rojo con trocitos de chocolate blanco, un lujo que me permití el otro día cuando fui a la tetería ^_^.



En fin, supongo que podría ser peor, pasadlo bien y aprovechar el tiempo que nunca sabéis que os puede deparar el mañana.


P.D. Intentaré escribir más a menudo.

                                                                                                                                                      Calderón